Al oír hablar de la sabiduría de Laozi, Confucio viajó para encontrarse con él. Confucio hacía mucho énfasis en los rituales tradicionales, costumbres y ritos.
Confucio le preguntó a Laozi acerca de llevar a cabo ritos y rituales. Laozi le respondió:
“¡Los huesos de la gente de la que usted está hablando se convirtieron en polvo hace tiempo! Sólo quedan sus palabras. Si el tiempo de un hombre llega, tendrá éxito; si no, no tendrá éxito. Un comerciante exitoso oculta su riqueza y una persona de carácter noble finge ser tonto ¡Por lo tanto, usted debería abandonar sus aires orgullosos, sus deseos, vanidad y pretensiones extravagantes! Son inútiles para usted”.
Más tarde Confucio le dijo a sus discípulos:
Los pájaros pueden volar,
Los animales pueden correr,
De modo que se los puede atrapar con la trampa o con la red.
Pero Laozi es como un dragón que vuela, es inatrapable.
Enviado por Roberto Curto
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